Te perdono

Perdonar es fácil:
"Te perdono".
Ya está.
Perdonar nos permite hacer
como que todo sigue
tal como iba,
hacemos que las vidas sigan vinculadas
como si por las muertes
imantadas no nos repeliéramos.
" Te perdono"...
Es sencillo pronunciarlo,
y es cómodo para tí oírlo.
Por mi cara desencajada me juzgas insincero:
"Te perdono, de verdad que te perdono".
El contrato no verbal, salvoconducto.
"Te perdono"...
Y ya nunca podré decirte que sigo jodido.
Y tendré que sonreir: Y seré mueca: Otro estigma.
Para mí quedó la penitencia
de recomponer los pedazos vomitados de mi estómago.
"Te perdono"...
para que tu vida siga tal como iba,
mientras yo me quedo contabilizando las ausencias.
Para mí los desaparecidos y los muertos,
el adiós sin nombre y el nombre sin verbo.
Me quedo con cada ojo perdido en una tinaja.
"Te perdono"...
Desde el laberinto.
Consecuencia.
Dolor.
Baja autoestima.
Lágrima.
El silencio...
Del asunto bien cerrado.